Los plaguicidas pueden penetrar al cuerpo a través de la boca. Esto puede ocurrir al frotarse los labios con un guante contaminado, al tragar gotitas de rociado o al soplar por una boquilla para desbloquearla. Por esta razón usted nunca debe beber, comer o fumar mientras trabaja con plaguicidas. Tenga también cuidado con los movimientos inconscientes que pueda hacer con las manos sucias, como comerse las uñas. Esto se conoce como exposición por ingestión.